El regreso de Huenchulaf

Un atado de crónicas desesperadas

viernes, julio 15, 2005

El retorno

Luego de mi larga estadía en la revista "La calabaza del diablo", quedé sin pega. La revista desapareció, los dueños pelearon, se dejaron de ver y los columnistas-amigos nos disgregamos a través de las calles de Santiago, de Chile. Viví mal, muy mal durante dos meses. Tuve que volver a Curicó, mi ciudad natal. Siempre me refugio allí cuando acá las cosas salen mal. Y hace dos meses estaban muy mal.
Hasta que me dieron ganas de volver a la capital. Tras machetear a un par de amigos y a mi hermano mayor -cuya costumbre es hacer lo mismo, pero conmigo-, agarré el tren hasta Estación Central. No sabía en qué me ganaría los porotos. Compré por instinto un cartón de un juego de azar llamado Imán. y me gané el premio mayor. Ahora tengo un poco de plata, un techo, soy burgués y trabajo por lo justo.
Sigo siendo un periodista free lance, algo roto, algo desprolijo, no me gustan las luces y prefiero andar escarbando por allá y por acá. Ahora que soy libre, ofrezco mis crónicas a quienes me pueden pagar y también a amigos con medios que andan corto de efectivo. Por eso mismo abrí este blog.